Un blog hecho por: Hugo Fuster

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lunes, 25 de octubre de 2010

JUGUEMOS A SER...


Juguemos a escoger una profesión. Juguemos a soñar que nos codeamos con los más altos cargos y líderes de nuestro sector escogido. Juguemos a describirnos en nuestro perfil. Juguemos a ser lo que queramos ser.
Dejemos de jugar y soñemos despiertos. Yo quiero ser creativo publicitario, productor de ideas, jardinero de ocurrencias originales, veterinario de empresas necesitadas, predicador de diversión y perfeccionismo.



Y todo eso lo voy a hacer hoy. Para empezar, voy a ponerme al tanto de quienes son los que manejan el asunto en esto de la creatividad, en aquellos en los que me debo de fijar para llegar a donde quiero.

Encuentro a Rafa Barthaburu, director de Young & Rubicam en México. César García en España, socio fundador, director creativo y presidente de la agencia de nueva publicidad BOB. Tute Ostiglia, director creativo ejecutivo de TAPSA Madrid. El gran Toni Segarra, director creativo de la agencia SCPF. Entre otros muchos más.

Clásicos como David Ogilvy, Bernbach o J. Walter Thompson, o el gran y mítico Lluís Bassat a nivel nacional.



Me imagino que debería tener para ser un creativo, para ser como ellos o aún mejor.

Pienso que hace falta mucha imaginación, estar muy atento a todo lo que te rodea, tener las antenas en constante conexión para pillar todo lo que suceda, aprender constantemente, flexibilidad emocional, inconformismo, sentido del humor, sentido crítico, capacidad de sacrificio, espíritu de equipo, ganas de trabajar, humildad, saber estar, innovación, una mentalidad fuerte y sobretodo, ganas de buscar lo que yo llamo la idea suprema.

Si no, ni intentes acercarte a esto de ser creativo, al menos, como Dios manda.



Si me preguntáis si tengo todas esas habilidades, os diré que si, y que si alguna me falta en este proceso de aprendizaje por el que paso, como tengo toda la vida, aprenderé. Pero como esto es un juego, yo sueño que si que las tengo todas. Y apañado.



Además, la formación que he recibido no es que sea una delicatessen. Quizás falten más horas prácticas y menos teoría, conocer un poco más a fondo las técnicas y ponerlas en uso con casos. Es así como uno puede demostrar su potencial y su creatividad, y con libertad.

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